Darwin, el arte de hacer ciencia
La conmemoración del bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y de los 150 años de la publicación de El origen de las especies en 2009 fue motivo para organizar decenas de eventos internacionales, y un número incontable de iniciativas locales en prácticamente todas las latitudes del planeta. Científicos y humanistas analizaron, y sobre todo celebraron –con mayor o menor grado de escepticismo– la vida y obra de uno de los personajes más influyentes en la historia de las ideas contemporáneas. No es exageración: Darwin y la teoría de la evolución biológica impactaron no sólo el curso de la biología, sino de la cultura en general. El hombre, sus sociedades, nunca volvieron a verse a sí mismos de la misma manera que en la etapa pre-darwinista. Se ha repetido hasta el cansancio la analogía de esta revolución con la copernicana; pero no puede exagerarse la convulsión que ambas generaron en la imagen del hombre y su lugar en la naturaleza y la sociedad.