Museos, alfabetismo y alfabetización

Museos, alfabetismo y alfabetización

Aproximadamente un tercio de los adultos del planeta no sabe lo que usted sí sabe: leer.
Esos adultos no saben leer, ya sea porque nunca aprendieron (todavía hay cien millones de niños que no asisten a.la escuela), ya porque si bien pueden leer, escribir y contar lo hacen de una manera tan rudimentaria que, en definitiva, son “analfabetos funcionales”.
A primera vista, el mundo de los analfabetos y el de los museos podrían encontrarse en distintos planetas. ¿Acaso los analfabetos no ven a los museos como parte integrante de un coto vedado social y culturalmente y que les es ajeno cuando no hostil? ¿Y no es la capacidad de leer (símbolos, etiquetas, folletos, catálogos e, incluso, ciertos elementos de las presentaciones audiovisuales) algo así como un requisito para que el público pueda asistir a los museos? ¿Por qué decidió Mziseunz adherirse a la celebración del Año Internacional de la Alfabetización -1990- en este numero? La respuesta es fácil: la alfabetización y la labor alfabetizadora son parte integrante de las historias individuales y de la historia colectiva de la humanidad.