Tradiciones de mi pueblo
Lo de acá es otra cosa, es el sentir claro e ingenuo, es la esencia viva, es el latido cálido de la sangre, es el recuerdo o la vivencia, es la narración de aquellas cosas que se hacían en los pueblos, los que se sombrean en
el vigor de una gallarda vegetación, los que se esconden en la hondanada de unos cerros, y los que se tienden en la llanura infinita golpeada en el azote del sol o de la helada.
Aquí está la gente de Jalisco, en todos los escenarios que presta nuestra ancha, hermosa y variada geografía; aquí está el correr de los tiempos con todas las peripecias que pusieron una señal en la comarca, aquí está
el paso de la gente por los polvorientos caminos que se entrecruzan de un pueblo a otro, aquí está Jalisco en fuerza, sangre y aliento, el más vivo que puede traerse de los jaliscienses.
Son los temas de acá, los que se escaparon a la búsqueda de la solemnidad académica o de la investigación de los historiadores, de sociólogos, psicólogos y políticos; son los temas, los hechos, las vivencias que componen esa otra parte de nuestros pueblos y de nuestra vida, la parte más sutil, más escondida, más honda: latir de la vida, temblar de las fibras escondidas del ser jalisciense.
Y aquí están hoy las aportaciones recogidas en voz de jaliscienses que en sencillez y verdad, en gracia y emoción, dibujan en íntimo decoro el alma de Jalisco y de los jaliscienses.