Arquitectura experimental: del cinismo al quinismo
Esta obra aborda el hecho de que no existe arquitectura sin ideología; el pensamiento dominante hace de aquella su peón y en su dominio hay poco lugar para el pluralismo, contrapeso necesario de las fracturas generadas por lo estandarizado. Interminables páginas hablan sobre grandes obras arquitectónicas, testigos que replican la continuidad del poder hegemónico; aunque es fácil adivinar las razones de estos discursos en épocas remotas, nos queda preguntarnos por qué, en la era donde los fundamentalismos se han puesto en duda y el pensamiento arquitectónico tiende a la diversidad, hay pocas propuestas que actúen en consecuencia para cuestionar el quehacer del arquitecto y por qué son muchos menos los arquitectos que discuten sobre su responsabilidad para con la ideologia y el poder.